El proceso para buscar la tutela y la curatela es largo e implica trabajar tanto con sus proveedores de atención médica como con el sistema legal.

Los proveedores deben proporcionar una evaluación médica o un certificado, dependiendo si su hijo tiene discapacidad intelectual.

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También existe una limitación de tiempo (6 meses) entre la petición al tribunal y la realización de las pruebas psicológicas.